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Foto Julio Ricardo Castaño Rueda |
Farsolandia, la nuestra
Veritas Vincit
miércoles, 15 de enero de 2025
lunes, 2 de septiembre de 2024
viernes, 17 de mayo de 2024
jueves, 9 de febrero de 2023
lunes, 3 de octubre de 2022
miércoles, 23 de marzo de 2022
La máscara, herramienta del crimen
Por julio Ricardo Castaño Rueda.
La catedral primada de Bogotá fue profanada por la mujer enmascarada, alias
Simona, y su séquito de secuaces. La caterva de bandoleros escribió el libreto
de la juventud envejecida por el pestilente vicio de sus titiriteros.
La iniquidad fatídica, conducta cavernaria, anunció la alucinante ideología
de la decadencia. Aberración de los crápulas,
maniobra zurda.
Esos famélicos escombros de la delincuencia, adolescencias derrotadas por
el presidio, se levantaron en una asonada turbulenta presidida por el aullido
de los fantoches. El acto de circo en el templo estremeció de repugnancia a la embozada
Farsolandia. La acción desenfrenada de su blasfemia logró la condena del mal
porque el bien los perdonó.
Lo grotesco de la ignominia terrorista, tramoya de comunistas, consistió en
demostrar la fetidez de los monigotes. El eco nauseabundo de su protesta trajo el
sonido de sus vísceras, flatulencia de su desesperación.
Los autómatas, en su decadencia entrometida, mancharon de vergüenza a la
razón humana. Ella, discurso de la inteligencia superior, estableció el bien,
la verdad y la belleza para ser vividos sin máscaras, patrimonio del delito.
La fechoría de su verborrea marxista los impulsó a perturbar la delicada
morada del Altísimo, oficio de los hijos de la viuda. Los forajidos financiados
por el horror y en concubinato con la miseria expulsaron de su ignara existencia
el silencio creador.
Espantados por su ocaso fanático se disfrazaron de comedia paupérrima y
optaron por reclamar la banalidad mediática de la noticia. Necesitaban la pública
subasta de su bajeza, la lectura del folletín pernicioso de su nefanda
alevosía. Querían maquillar su derrota taciturna ante el amor, sustento de la cátedra
de la bondad. Con sus trajes de bestias sacrílegas pudieron rebuznar y guarrear
ante el mequetrefe defensor de la infamia en la emisora del escándalo.
Sí, peleles. Ustedes son el error ejecutivo de sus patrones, entes
entronizados en el yerro corrompido de la falacia. Ustedes, maniquíes por
antonomasia, son la ausencia de la originalidad. Ustedes, esclavos de la legislación
de los guiñoles, son los bebedores sitibundos del potaje vandálico de una barbarie
babeante.
lunes, 22 de noviembre de 2021
lunes, 1 de noviembre de 2021
miércoles, 19 de mayo de 2021
Colombia, a la diestra de Dios Padre
La meada del eunuco o del camarada. Foto J.R.C.R.
Por Julio Ricardo Castaño Rueda
El comunismo es la primera desgracia del crimen moral. Este virus de la mediocridad no tiene espacio en las potencias del alma. La lucidez de la verdad lo condenó a un concepto simple: es el vicio inmundo de los vándalos. Es una forma absurda, lisiada e inútil, para progresar en un modelo de civilización superior.
La estructura violenta de esa conducta equivocada, por defecto degenerativo
de su parto bestial, solo sirve para implementar el mal dentro de una
adversidad sin tregua.
La Historia, desde los jacobinos del siglo XVIII hasta los mamertos del XXI,
guarda en sus archivos de memoria incontables ejemplos del pernicioso método de
matar la vida por temor a la existencia vital. El sistema político que patrocina
la inoculación de esa peste se convierte en un Archipiélago Gulag (URSS), una isla prisión (Cuba) o un lote de
esclavos productores de indigencia (China). A ellos se suman, por decadente
imitación, los regímenes capacitados para asesinar a sus hambrientos lacayos
idiotizados por el embrujo ideológico de un homúnculo sostenido por el servilismo
de los fusiles. Ejemplos de esas covachas degradantes, donde la esclavitud es
la meta de cualquier famélico sujeto, se pueden apreciar en Corea del Norte y
Vietnam entre otros sitios de ingrato nombramiento.
Al caos, costumbre brutal, se unieron, engañadas por el embeleco de la lucha
de clases, trampa caza bobos, las prósperas ex repúblicas de Venezuela y Nicaragua
donde sus capataces, ahítos de revolución, involucionaron a la edad de la
miseria en una década.
En síntesis, Colombia, la Patria Boba, la nieta de la pobre viejecita,
aspira a prostituir a sus hijas para comprar sobras de comida y así sustentar sus
calamidades al mejor estilo bolivariano de Venezuela.
sábado, 8 de mayo de 2021
Pandemia paro, perniciosa protesta
Por Julio Ricardo Castaño Rueda
Palabras pacificadoras para protestantes permitidas por Pablo.
Pendejos piden palo
Por palabrería punzante.
Proponen pelotera para putear.
Pellizcan, palmotean… pierden
Podrían pensar, pero prefieren
Pactar pachangas pasajeras.
Piden palaciegos perdón,
Patanes, paren parodia.
Pelmazos perdidos por palabreros,
Parodia parlamentaria
Por pingos pagamos pobreza.
Pasó permiso pernada.
Padrotes padecen pactos pacifistas
Para proponer palpaduras piernas
Pidiendo paliativos,
Pálidos perderán palanca
Para paladear paletas.
Por parar padecerán padrastros
Pedófilos…