La cruz de san Andrés II
“Pueblo indolente Cuan diversa sería hoy
vuestra suerte, si conocieseis el precio de la libertad. Ved que aunque mujer y
joven, me sobra valor para sufrir la muerte y mil muertes más”.
La
sentencia de Policarpa Salavarrieta, vociferada en el incómodo banquillo del
paredón (14 de noviembre de 1817), se reactivó 195 años después en otro mes de
patíbulos…
Sacrificio
inútil y femenino porque el himno a la mentira se escribió en julio de 1810
cuando este circo, provincial y colonial, arrebatado por el tedio de los
mayorales, interpuso un bochinche de tienda esquinera, en un motín de
verduleras. La Historia
lo abandonó y su noviciado de juerga libertina sirvió para despertar la locura
de los crápulas.
Infortunadamente,
los sacros patíbulos del benemérito marqués de La Puerta , don Pablo Morillo y
Morillo, no alcanzaron para cercenar la totalidad de la gangrena pestilente de
las criollas altezas serenísimas El delito imperdonable del bienaventurado
Pacificador fue dejar la semilla delatora de la vergüenza. La peste opaca de
las conciencias viles inoculó la inacabable lepra de los gamonales corruptos
que cabalgan sobre una mula resabiada, de peladuras masoquistas, llamada “bolombia”.
Sin
embargo, la herencia de las capitulaciones prepago, en el catre de campaña del
Teniente General, dejó su estela de boñiga institucional. Por ese motivo, no
queda más que unas preguntas sobre facturadas para Farsolandia, La Vendedora de Fronteras.
¿Desde
cuándo la soberanía de la Patria
se juega en un garito, al azar del capricho licencioso de las rameras
holandesas?
Pues desde el día en
que los prohombres de la decadencia desmembraron los potreros de la Gran Colombia para
lotearlos al retozo lascivo de los tiranuelos tropicales, dueños de las fincas
bananeras y sus democracias depravadas.
¿Por
qué una gavilla de piratas, germen ruin del vicio delictivo, deshonran el
pundonor nacional con sus improntas de galeotes?
Porque la palabra
dignidad fue feriada al mejor postor, por los mercaderes de la traición, en un
carnaval de rufianes.
¿Por
qué la pandilla de forajidos, fichada con el alias de Corte Internacional de
Justicia, mutiló el atlas de la geografía isleña con sevicia de tirano
sicótico?
Porque esos
malandrines usan las enciclopedias del Tercer Mundo como papel higiénico. Ellos
babean condicionados por el chasquido de la prebenda.
¿Desde
cuándo un saboteador extremista, con alma de hiena y banda presidencial de
expresidiario, aúlla sobre Colombia?
Desde diciembre de
1814 cuando el mantuano de apellido Bolívar en complicidad con los malhechores
del Congreso, (los mismos criminales que
financiaron la guerra civil de 1812) se tomó a Bogotá para saquearla y
despilfarrar el botín en la fracasada toma de Cartagena de Indias, otra genialidad
de don Simón, El Bobito de América.
¿Por
qué el pueblo, alebrestado por la furia de sus males, no está desembarcando
tropas en la costa de Mosquitia?
Porque las piraguas
están embargadas por un juez promiscuo que las incauto en un “falso positivo”
contra el narcotráfico desde Nicaragua. En Colombia todo lo que se hace bien
está mal.
¿Dónde
están los mamertos, embrutecidos por la inmundicia comunista, que no salen a
patrocinar marchas contra la bárbara invasión del intruso?
Ellos en lo de siempre.
Sometidos por el oprobioso yugo de los lisiados morales. Esa caterva de bestias
rumiantes, de marxismo y marihuana, sudan para apoyar la traba cubana bajo el
apego servil al bluyín y a la
Coca-cola .
¿Qué
opinan los terroristas de las Farc del otro fanático chantajista en competencia
por desmembrar el país?
Así como el camarada Tirofijo
desyerbó la manigua del Caguán para sembrarla de coca y exportarla, pues del
mismo modo el comandante Ortega está en su derecho revolucionario de saquear el
archipiélago, robarse el petróleo y vendérselo al patrón gringo para que no los
vuelva a invadir con su progreso. Patria o Muerte, compañero.
¿Por
qué las fronteras marítimas se defienden con la babaza del poder ejecutivo en
un hotel isleño?
La respuesta adecuada
es: Escena intelectual. Impetuosa verbosidad de culto iniciado en el ritual de
la mentira.
¿Por
qué ciertos apátridas llaman “sabio” el fallo de un perverso limbo jurídico,
desgarrado con artera precisión de carniceros carroñeros?
Porque la genuflexión
de los reptiles se nutre de la escoria del soborno en un adulterio vulgar con el
abyecto sayón extranjero. Crepúsculo de infamias temblorosas.
¿Por
qué el apellido Holguín es el patrocinador oficial del desmembramiento del territorio colombiano? (Cf. Fady
Ortiz Roca. “El linaje de la Canciller Holguín ”. El Isleño.com. Agosto 19 de 2012).
Porque la tradición del fraude es un
bien heredable.
5 comentarios:
Huele a verdad y por eso en Colombia no lo van entender,hermano de causa.
Eres demasiado facista para mi gusto, pero igual me encantas. Eres un fenómeno en vías de extinción
Hola te extrañaba en estos parajes editoriales. Como siempre contundente y al grano. Ojalá algún día vayas al face
Ni idea porque escribe así, pero igual es parte de esta farsa adolorida donse todos se quejan y nadie hace nada. buen intento.
que maravillosa diatriba contra un patria indolente, gracias creador de la Farsolandia, conciencia moral de los ausentes
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