1815. El 16 de mayo.
Don José González Llorente le escribió una carta el rey Fernando VII de España
donde entre otras quejas le da una radiografía del estado moral de la eterna
republiquita de tinterillos donde se crían los gamonales, entes lisiados
mentalmente para el progreso superior. Ellos, guiados por una conducta insana,
atropellaron con su petulancia a la civilización del sentido común:
“…Aquellas personas
que se creían de talento y de alguna probidad, cubriendo su ambición con un
simulado patriotismo, no han hecho más que mantener una guerra civil
destructora de los pueblos ilusos y cometer los crímenes más horrendos al
mismo tiempo que su ineptitud se ha
manifestado ser tan grande que parece han nacido con el don de errarlo todo y
solo a propósito para destruir en un momento el orden que han visto establecido
en los 300 años que llaman de esclavitud y paz sepulcral, entronizando en el
Reino de la Libertad
que han proclamado el más horrible terrorismo…” (Cf. Ulises Rojas. El envés del gobelino. Documentos inéditos para la historia de Boyacá y Colombia. Tomo
I. Tunja, 1991. Pág. 133).
Nota: Pasaron
206 años y las palabras de José González Llorente no perdieron su vigencia y
por el contrario se cumplen con la fuerza del caos en los días de la Patria sin alma. Ese
discurso atemporal debería estar grabado en letras de molde en el Capitolio
Nacional, el Palacio de Justicia, la
Casa del Florero, el edificio de la Academia de Historia y
demás fábricas del fraude legalizado por el soborno de la mediocridad. Así
sería fácil discernir porqué en el escudo nacional reina un ave de carroña.
4 comentarios:
Qué triste saber que esto es verdad.
Solo Dios podrá salvar a nuestro pobre pueblo.
Un Abrazo,
El paisito de papel sellado ahogado entre sus miserias. pobre locombia
la farsa es imprescindible en un aldea de criminales
Si nos toca vivir en la farsa al menos evitar la narcoterrorista impunidad. Si a la paz no a la impunidad de juanpapanatas y su cartel de hampones
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