lunes, 23 de junio de 2008

Coronel, vista a la de...re

Hugo Chávez, al mejor estilo de las vagabundas, cambió de posición.

El traidor viraje es parte del gen recesivo del marxismo aclimatado a las maniguas del Roraima. El tiranuelo obedece a su instinto de camaleón. La bestezuela se metamorfosea según su instinto reproductor lo indique. Es voluptuosa y atractiva para el terrorismo. Es mimosa y lenguaraz para saciar su megalomanía de polichinela.

El porqué torció el rumbo, que lo llevaba hacia las Farc, es el motivo de este análisis.

Los expertos en etología encontraron que el mamertismo selvático es una enfermedad incurable que se transmite por contagio ideológico. Se caracteriza por dos períodos insoportables para la evolución del ser. El primero es degenerativo y compulsivo. El segundo presenta un ansia patológica de afecto por la derecha. Irrevocablemente, el paciente finalizará convertido en un godo monárquico y absolutista.

Dentro de ese cuadro clínico se presentan dos variables sintomáticas: a). Sexualidad desajustada b). Temor servil por el amo.

a). El mamerto bolivariano muestra un cuadro aterrador. Su desviada sexualidad geriátrica lo condenó a depender de la inmoralidad, vicio atroz de los sátrapas. El lector recordará cuando le dio por encamarse con el fosilizado Fidel Castro. El venezolano se tomaba fotos abrazado y cogido de la mano con su amado anciano. Incluso le llevó de regalo piezas robadas a la vajilla de la cocinera de don Simón Bolívar.


El exceso de catre mató a Castro, El Disecado.

El amante, súpito y compungido por el luto, se dedicó a enviarle recados clandestinos y mensajes televisados a Tirofijo, el vejete criminal. La gerontofilia lo tiene condenado a buscar el afecto de un macho cabrio mayor en edad y perversidad. El resultado fue exitoso. Los comunistas maricas son leales únicamente a sus errores.

El déspota logró meter a su alcoba de “Mira las flores” algo grande. Raúl Reyes le dio en la vena del gusto y la cronofilia de Chávez se vio saciada. La relación entre los sodomitas se eclipsó cuando le mataron al tinieblo en las selvas ecuatorianas. El duelo fue de dimensiones bélicas. Envió tropas a la frontera colombiana para vengar a su concubino. El colapso emocional vendría al perder a su amor idealizado. Manuel Marulanda Vélez murió de un tiro fijo y Chávez lo comprendió todo.

El chafarote supo que sus retozos con los veteranos complacientes finalizaban en la fosa. Ante esa inmensa capacidad para el desastre se ganó el mote de Matador de Zurdos. Manoseó a Castro, Reyes y Marulanda. El trío está q.e.p.d. (quedaron encajonados por desviados).

Esas conductas aberrantes determinaron el nuevo discurso. La acción la ejecutó cual transformista orate, alaridos y muecas. La transexual calenturienta entendió que sin la protección alevosa de un viejo verde estaba desamparada.

Al coronelito civil le tocó inclinarse ante el estigma de los felones porque su naturaleza pervertidora lo posee. La moza casquivana, que explotó con favores sexuales a un sujeto vetusto, retrata fielmente el primer síntoma.


b) Temor servil por el amo.

Los ofidios, criados por el Imperio Yanqui para entrenamiento de sus marines, son dejados a la intemperie para que cacen ratas. Es parte del control ecológico y de la limpieza social. La tigra mariposa (Bothrops venezuelensis) es una culebra que sirve de mascota y más tarde de almuerzo para el águila calva.

El reptil sintió las pisadas del dueño de las junglas tropicales y se le arrugó el cuero. Automáticamente mudo de piel cual vulgar crótalo porque pronto vendrán a cobrarle cuentas.

La venosa serpiente bajó el tono bífido y se enroscó en el discurso de la tolerancia.

El susto viene del Norte. El panorama electoral de los Estados Unidos trae el sonido de las espuelas de un cowboy redomado. El pistolero fue tatuado en Vietnam y bautizado: “Duro de Matar”. John McCain tiene temblando del susto a Chávez y sus colegialas de boinas rojas.

El vaquero es el arquetipo de Lucky Strike. Si gana las elecciones la Agencia Central de Inteligencia le enviará una postal al mulato baladrón. En ella, los servicios de espionaje le recordarán algunos datos sobre el fin de las servidumbres.

La CIA le presentará un cuadro de opciones con una pregunta: ¿Quieres desmontarte del poder al estilo de Allende, Trujillo, Noriega, Hussein o prefieres un motivo nuevo?

La respuesta explicará el desvío de Chávez.