martes, 30 de enero de 2018

El fraude preñó a la mentira



La gloria inmarcesible de la farsa, que aspira a superar el sistema de los coprófagos venecos, ya estrenó el año con una diarrea de miserias propias de una aldea de tarmanganis.

El puente de Chirajara, construido con mermelada y cáscaras de huevones, se cayó como se cae la esperanza en la cordura nacional. Los “ingeniebros”, felices con sus caras de palustres aceitados por el soborno, mascullaron las disculpas de los famélicos morales.

Nada los inmuta porque sus corazas de armadillos leprosos solo les sirven para tatuar la desvencijada razón de los parásitos de la burocracia. En sus voces se escucha el antojo singular de los gusanos, vivir de la carroña presupuestal.

Y ante el exceso de carranga en gusanada, en el país de los chanchullos fétidos explotó la paz. Los pacifistas del ELN, los sicarios de las Farc, iniciaron su festejo de horda criminal con bombas contra las estaciones de Policía. Más muertos para escribir el epitafio con el “balígrafo” de Santos-timochenko.

Lo peor del macabro episodio fue la hedionda presencia de los  reptiles políticos. Los basiliscos posaron con su babaza de lagartos en la escena del crimen. Síndrome premenstrual de la fase electoral. Los votos de la cadaverina eligen a los chacales que roerán el erario.

Y para cerrar con broche de ruina, el mes de los sofismas con agüeros de revista, hay más desgracias. Nuestros representantes del fracaso llegaron a la elite de la derrota. Las nenas del balón fueron eliminadas del mundial de fútbol en Francia por exceso de buen juego. Sus hermanastros, los mayores, se dedicaron a escandalizar a las cabareteras del Boca Juniors y los tenistas de club sabanero celebraron la desdicha del segundo puesto. Al ridículo le sumaron la hazaña de los tontos, festejar el desastre. San Pinochet ven a salvarnos porque las mentiras coquetean con el fraude de preñar a la boba patria con abortos del comunismo.