sábado, 12 de octubre de 2013

El triunfo del fracaso

Nuevamente suena el himno del surco de dolores. Nuevamente la cultura mediática impone el fracaso moral como la norma elite del folclor nacional. El empate prepagado con Chile sólo anuncia la debacle mundial en Brasil 2014… Otra vez, el pueblo de los tarmanganis ebrios celebró el triunfo de la mediocridad.

Contrasta ese comportamiento propio del paleolítico inferior con las conductas civilizadas. Ejemplo: el 10 de junio de 1990, la selección de fútbol de Alemania Federal le ganaba 4-1 a Yugoslavia. En la banca el técnico, Franz Anton Beckenbauer (El Káiser) vociferaba contra sus jugadores una madreada de teutónico lenguaje por no tener el marcador a favor 5-1. El resultado motivante de la disciplina germana desembocó en una Alemania coronada como Campeón Mundial.


Pero pierdo el tiempo con este país amnésico y embrutecido porque los efectos secundarios del lúpulo caliente los tiene atrofiados. Jamás entenderá la semántica de la palabra victoria.  Y lo que es peor en estos días de euforia calentana, las gentes humildes del primer mundo ganan el premio Nobel en un silencio casi apostólico… Total el fracaso mundial los espera para coronarlos en Brasil como el hazmerreír del continente amazónico.