viernes, 30 de octubre de 2009

Pilastra rota

La dirección editorial de Farsolandia se permite fijar una posición sensata sobre el justo despido de la columnista que, en un acto de inteligencia alienígena, logró descubrir que la familia Santos, la política y el periodismo son una sagrada trilogía llamada poder.

De acuerdo con el Manual de rectificación y credibilidad de don Laureano Gómez, supremo abanderado de las ideas de avanzada, la crisis se debió manejar así:

1. La reaccionaria columna no se publica y la redactora recibe una sanción jurídica. Control ético del gremio.

2. La contumelia artera y comunista se denuncia enfáticamente por la multimedia (diario, canal, revistas, sitios Web). La fuerza mediática pone al descubierto las conductas culposas y protervas del libelo infamatorio.

3. Los directores de los grandes medios, en un gesto de solidaridad, le cierran sus puertas con un titular de ignominia.

4. El Tiempo se declara víctima abusada por un tenebroso complot contra la objetividad, el culto a la verdad, la libertad de prensa y el derecho a la información.

5. La SIC le entrega a El Tiempo el premio Mártir de la libertad de expresión. Colombia marcha en un acto de desagravio moral.

6. La gacetillera traidora es reemplazada por el eminentísimo prohombre Ilmo. Sr. Dr. D. José Galat, para que defienda la vigencia de los principios inmutables.

7. Un mes después, la nota del conato de escándalo se publica en la sección de obituarios, sepulcro de la mentira.